Paseo.
A diferencia de todos los demás aires de este Folclor , el paseo vallenato tiene una cuadratura de compás de cuatro tiempos. La marcación de los bajos es de uno por tres y a veces, de acuerdo con la pieza, de dos por uno. Para los intérpretes es el aire más fácil de tocar. Este ritmo recoge literariamente y de forma espontánea las historias y relatos del pueblo.Merengue.
Musicalmente hablando, el merengue vallenato tradicional tiene una cuadratura de compás de seis por ocho, un compás derivado, ya que los compases originales son el de cuatro tiempos, el de tres y el de dos.
Al igual que la puya el merengue fue de los primeros ritmos en ser tocados con acordeón e igualmente su auge se dio en los primeros años del presente siglo. Sus mayores exponentes fueron Chico Bolaños, Octavio Mendoza y Chico Sarmiento.
En lo que a las letras se refiere son muy pocas las veces en que son románticas; la misma naturaleza del ritmo se presta muy poco para ello. La gran mayoría de los merengues describen situaciones vividas por el compositor o simplemente son dedicados a un amigo. Los merengues de ahora no tienen temas específicos, casi siempre son compuestos para el jolgorio del pueblo. En el aspecto comercial el merengue, junto con el paseo es el que más se graba y se vende, aunque en los últimos trabajos discográficos, en promedio por cada cuatro paseos hay un merengue.
Puya.
En Valledupar y demás pueblos del antiguo departamento del
Magdalena Grande, el ritmo más antiguo era llamado puya. Su nombre deriva del
verbo puyar, y tiene un compás de seis por ocho. Este ritmo, en su forma
indígena, nunca tuvo canto y consistía en la imitación hecha por el carricero
–pitero o caña sillero-, en ritmo rápido, del canto de algunos pájaros; se
bailaba en hileras, llevando cada persona las dos manos cerradas a la altura
del pecho con los dedos apuntando hacia delante y simulando que se puyaba
repetidamente a quien danzaba adelante. Posteriormente, a través del tiempo, se
fueron fusionando los distintos elementos triétnicos típicos de la cultura
costeña y ribereña colombiana, logrando sumarse la puya negroide, género
cantado, a la puya indígena, dándose como resultado la puya vallenata con su actual
equilibrio entre el canto, la melodía y el ritmo.
La puya y el merengue en su patrón rítmico y armónico son
iguales. La diferencia está marcada en su concepción melódica: en el ritmo, en
la música y naturalmente en la interpretación que se haga, propia de cada
pieza. Así, la puya tiene una marcación en los bajos de dos por dos y, a veces,
de dos por uno en ciertos pasajes de la interpretación, aunque no en todas las
piezas. La velocidad que se le imprima no supone una diferencia, porque el
intérprete la toca a su gusto.
La puya se destaca por ser el aire más rápido, y el que
exige más habilidad en el intérprete del acordeón. Se utiliza más comúnmente en
las contiendas y competencias de acordeonistas en los festivales vallenatos de
Colombia.
Son.
El son vallenato tiene una cuadratura de compás de dos por
cuatro. Una característica esencial en la ejecución de este aire es la
prominente utilización de los bajos del acordeón en la interpretación de cada
pieza, tanto que los bajos pueden ser más notorios que la misma melodía emitida
por el teclado, principalmente en los acordeoneros de las nuevas generaciones.
El son tiene una marcación en los bajos de uno por uno muy
marcada, sobre todo en intérpretes sabaneros o de influencia bajera – viejo
Bolívar -; a diferencia de los acordeoneros de la provincia, quienes
interpretan el son más fluido, menos marcado, más sutil y le dan una marcación
de bajo de uno por dos y de dos por uno, en ocasiones.
Como el paseo, los sones son una especie de crónica en donde
la singular narrativa del cantor deja plasmados los acontecimientos de su
existencia, particularmente en esta especie se representan dramas nostálgicos
que han constituido parte importante en la vida del autor.
Tambora.
Aun cuando sus textos tienen parecido con los merengues
dominicanos antiguos, no se puede decir que ese es su origen. Quizás esa
similitud se deba a un mismo origen y al patrón étnico común.
Unas son politemáticas, en las que cada verso expresa una
circunstancia diferente a la del otro, pero existe uno que es constante.
Algunas tienen la particularidad de intercalar el inmodificable verso fijo cada
dos versos, y otras mantienen la unidad de escritura de un tema, pero sin tener
en cuenta concordancia y armonía en las frases poéticas.
En general, todas tienen condición satírica, lograda en la
descoordinación que resalta más el contraste. Todavía existen algunas puramente
instrumentales, interpretadas únicamente con tambores. De ahí su designación.1
Ejemplos de tamboras: "La candela viva" (de
Alejandro Durán), "Mi compadre se cayó", "La perra".
La tambora tradicional es de conformación triétnica (negro,
blanco, indio) y que su entorno geográfico está centrado a orillas del río
Grande de la Magdalena en la sub-región denominada Depresión Momposina. Los
pueblos del departamento del Cesar que han tenido la tambora como identidad
cultural son, entre otros: Tamalameque, La Gloria, Gamarra, Chimichagua,
Chiriguaná, El Paso.
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